NUEVA TASA DE BASURAS

Opinión EUPV-Política de residuos.

La reciente aprobación, por parte del Consorcio de Residuos, de la nueva Tasa de Valorización de la Planta de Algimia d’Alfara, en el que también se incluyen los costes de la red de ecoparques de la zona de Gestión, ha supuesto un mazazo importante para los usuarios que, si bien habían sido advertidos directa o indirectamente de lo que se les avencinaba, no acababan tal vez de asumir la situación a la que irremediablemente se les había abocado.
La nueva estructura de las tasas del Consorcio hace que, por un lado, se pague el servicio de recogida, con unas tasas a su vez actualizadas por la Mancomunidad recientemente y, por otro, la de valorización y reciclaje, coincidiendo con la entrada en funcionamiento de la nueva planta.
El pobre usuario, sin percibir ninguna mejora substancial en el servicio, ha visto duplicado el coste, lo cual, teniendo en cuenta la situación de crisis económica que padecemos, provoca una justificada indignación.
Respecto a la tasa de recogida, hay que reconocer que la Mancomunidad actualizó la tasa en unas condiciones de desconocimiento importantes, ya que era la primera vez que la cuantía de la misma debía de recoger exclusivamente la recogida y no el tratamiento. A las lógicas y defendibles cautelas que hicieron tirar al alza la tasa, hay que añadir que la entidad debe de adelantar el dinero a la empresa sin haberlo recaudado, lo cual provoca un importante coste financiero que tiene que repercutirse en el usuario.
Esta actualización ha supuesto, y justo es reconocerlo, la mejora en el servicio, la ampliación de días de recogida, la renovación de los contenedores existentes y la colocación nuevos para podas y aceites domésticos, así como el mantenimiento de la recogida en los cascos antiguos utilizando vehículos pequeños, un aspecto fundamental para algunos municipios.
EUPV ha defendido con matices la nueva tasa de la Mancomunidad, en el sentido de que se ha reconocido un esfuerzo en la redacción de un pliego que contente a todos los municipios y que no suponga una merma en la calidad del servicio. Nuestro matiz viene de la reivindicación de una revisión a la baja de la tasa si en los próximos años se demuestra la suficiencia de la misma, es decir, que no podremos aceptar que la Mancomunidad genere un beneficio económico neto de la recogida de basuras, y  mucho menos que se financie su déficit con el mismo.
Respecto a la tasa de valorización, también es justo reconocer que se ha hecho marcha atrás en el planteamiento de crear ecoparques en todos los municipios, algo que hubiera supuesto un coste muchísimo mayor todavía. Además, también es defendible que el nuevo proceso de valorización tienda al residuo cero evitando las siempre rechazables incineraciones, aunque este planteamiento implique nuevamente un sobrecoste.
Lo que no podemos defender es hacer mejorar la cuenta de resultados de la empresa que explota la planta de Algimia a base de traer 30.000 toneladas de basura al año de otras zona de gestión, algo que aprobó el Consorcio con el inestimable y necesario apoyo de los representantes populares de las Diputaciones, de la Generalitat y de muchos pueblos, algunos por cierto del P.S.O.E.
En el fondo de esta situación está el fracaso del planteamiento inicial. Un fracaso que parte del concepto de convertir el tema de los residuos en un negocio. Ello ha provocado no sólo unas tasas inasumibles para muchas familias sino, además, el hecho de que se valore indistintamente si se produce más o menos basura y no se bonifique el reciclaje doméstico, que es la base de un sistema sostenible económicamente.

Por todo ello, EUPV defiende un sistema de bolsas homologadas para los residuos sólidos urbanos, que permita pagar en función de la cantidad de basura que se genere, de manera que paga quien más produce. Un sistema que funciona en muchos países de Europa y que está dando muy buenos resultados. Es importante dejar claro que la tasa debe de bonificar igualmente a aquellos usuarios que realicen en sus domicilios la selección previa de los residuos, separando papel, plástico y vidrio. Esto también es posible mediante el sistema de bolsas, ya que se incentiva la reducción en la generación de basura común, lo que lógicamente incita al usuario a realizar la selección previa.

Nueva planta de residuos de Algimia d'Alfara