¿TE HA ESTAFADO ALGUNA ENTIDAD BANCARIA?

Sucursal de Bancaja, Altura.

En los últimos años, y con el probable objetivo de captar liquidez y reforzar sus ratios de solvencia en el contexto de crisis económica que atravesamos, varias entidades financieras han impulsado la  comercialización de diversos productos financieros de carácter complejo, entre los que destacan las denominadas “Participaciones Preferentes”. Entre las características de las mismas, podríamos señalar las siguientes:

a) Las Participaciones Preferentes (PPR), también denominadas en el sistema anglosajon “Acciones Preferentes” (Preferred Shares), son valores emitidos por una sociedad que no confieren participación en su capital ni derecho de voto.

b) Tienen carácter perpetuo, aunque la Ley 19/2003 permite que el emisor puede acordar la amortización una vez transcurridos al menos cinco años desde su desembolso, previa autorización del garante y del Banco de España.

c) Si bien pueden emitirse de forma directa (lo que se permitió a partir de la entrada en vigor de la Ley 19/2003), suele ser habitual que las emisiones se realicen de forma indirecta a través de empresas pantalla  que radican en paraísos fiscales.

d) Su rentabilidad, generalmente de carácter variable, no está garantizada, por cuanto se encuentra condicionada a la obtención de suficientes beneficios por parte de la sociedad garante; no teniendo la remuneración carácter acumulativo.

e) Cotizan en un mercado secundario que, en España, se denomina AIAF (Asociación de Intermediarios en Activos Financieros). No se garantiza que el inversor pueda vender las participaciones preferentes en el AIAF, ya que no existen garantías de que se produzca una negociación activa en el mercado.

En definitiva, se trata de un instrumento complejo y de riesgo elevado que puede generar rentabilidad, pero también pérdidas en el capital invertido, ya que -dependiendo de la situación del mercado y las condiciones financieras- el valor del producto podría llegar a ser inferior al que se pagó al adquirirlo. Dando lugar dicha circunstancia a que su comercialización implique la necesidad de que se tenga en cuenta la Directiva Europea 2004/39/CE (denominada MIFID), que exige la necesidad de

que el cliente minorista reciba la suficiente información para poder elegir un producto de inversión con conocimiento de causa (como en este caso), mediante un test de conveniencia que evalúe la cultura financiera del posible comprador, debiendo ser advertido -a tenor de los resultados que se obtengan - de la idoneidad o no del producto para su perfil concreto, así como de los riesgos que lleva consigo la contratación del mismo. 

Como parte de la campaña iniciada por IU bajo el lema "Queremos saber la verdad sobre la crisis de la banca", el Colectivo Local EUPV-Altura ha organizado, en colaboración con la Unión de Consumidores de Castellón, una charla informativa dirigida a todas aquellas personas afectadas por dichas participaciones preferentes.