lunes, 30 de junio de 2014

ERNESTO, TU ACTA DE CONCEJAL Y CADA DÍA LA DE MÁS GENTE


Roberto Lisart, en el centro.

El responsable y coordinador del Área de Cultura de Esquerra Unida del País Valencià, Roberto  Lisart Marco, nos ha hecho llegar un pequeño articulo para que lo reproduzcamos en este blog donde deja plasmada su indignación ante la sinrazón del concejal tránsfuga de la corporación alturana de aferrarse a su acta de concejal, privando a todo un pueblo de la digna representación de Izquierda Unida que fue lo que salió de las urnas.
Reproducimos fielmente sin ningún tipo de retoque el escrito tal y como su autor nos lo ha hecho llegar.

ERNESTO, TU ACTA DE CONCEJAL Y CADA DÍA LA DE MAS GENTE
       
Ernesto Marqués Asensio, elegido concejal en la lista de Esquerra Unida del País Valencià,  tiene el dudoso honor de ser el primer concejal tránsfuga de la Legislatura 2011-2015 en todo el País Valenciano. 542 municipios, más de 20.000 concejales acreditados y Ernesto ya era medalla de Oro en la modalidad de transfugancia. Aún no había concurrido al pleno de constitución del consistorio alturano y ya había roto con la formación que le llevó a resultar elegido la noche del 25 de mayo de 2011, con un aluvión de votos en los que EUPV estuvo a punto de conseguir una segunda concejalía y fue directamente al grupo de concejal no adscrito. La noche de las elecciones fui a Altura una vez acabados los escrutinios en Segorbe. Sus compañeros de candidatura estaban exultantes. Era un gran éxito para nuestro partido, después de varias legislaturas con graves dificultades para mantener nuestra formación, desde que en 1991Jaime fuese elegido concejal.


Foto de campaña en las elecciones locales, Ernesto aparece en el centro, de blanco

Ernesto Marqués estuvo realmente sorprendente esa noche. Estaba muy afectado, compungido y nervioso. Comprobé, apostado a escasos metros, que recibía con hosquedad los saludos de felicitación que le brindaban compañeros y vecinos. Cuando hablé con él me dijo que se tenía que marchar a dormir enseguida. Adujo que al día siguiente tenía cosas urgentes que hacer (todos nosotros también) y estaba intentando salir de allí escopetado y lo hizo. Rechazaba sus minutos de gloria, -es un decir- y no quiso compartir con nadie expectativas generadas, proyectos futuros, ideas propias del entusiasmo o simplemente, anécdotas de la campaña. Se marchó de la cita para celebrar la elección a las 22,20 de la noche. Quedé escamado. Era como si convocan a una celebración de boda a 300 personas, acaba el acto en la Iglesia –es otro decir- y en las puertas del banquete la novia le suelta a un grupo de invitados: “Bueno, aquí os dejo a la novia compuesta, que yo estoy muy cansado y me voy a dormir, que mañana salgo pronto de viaje”. Con cara avinagrada, Ernesto monto en su coche y se marchó cariacontecido.
 
Ernesto Marqués
El resultado de las elecciones no era el que Ernesto esperaba. Durante la campaña, en varias ocasiones, había comentado lacónico su esperanza de que resultara elegido con un empate técnico entre las dos formaciones de siempre. Pero los alturanos otorgaron la mayoría absoluta al Partido Popular y el papel potencial de nuestro concejal no era de su agrado, podría haber exigido a cualquiera de los dos,  -toma y daca del bipartidismo- un puesto clave y una retribución acorde. Antes de que diera la espantada comprendí que nos había engañado a todos, que sus expectativas de poder habían quedado defraudadas y el acta de concejal de EUPV pasó, de ser una tabla de salvación en medio de la crisis, a ser una rémora incómoda.  En los primeros días de junio, Elena Cáceres me avisó de que tenían serios problemas para que Ernesto Marqués adquiriera la condición de Concejal de Altura. No se había personado en la Junta electoral, no contactaba con el Secretario de la corporación alturana para agilizar trámites, no preparaba la documentación que le requerían. Estaba ilocalizable y no atendía las llamadas.
        A partir de ese momento todos sus actos fueron un despropósito. Tuvo una reunión con todos los que habíamos participado en las elecciones por EUPV en el Alto Palancia que acabó dando el portazo. Se le recriminó su falta de atención con la responsabilidad adquirida y eso bastó, para que inmediatamente se le torciera el gesto, se le infló la arteria carótida y amenazó con abandonar a EUPV. Antes de empezar la legislatura y de tener ocasión para reñir, ya había decidido ingresar en el grupo de los no adscrito. Sin atisbos de discrepancia, sin tiempo para llegar a la desavenencia. Sin argumentar problemas organizativos u de otra índole. No estaba dispuesto a formar el grupo municipal de EUPV en el Ayuntamiento de Altura. Volviendo al símil del novio a la fuga, es como si al día siguiente le hubieran dicho: “Chico, como es que no estuviste en tu propio banquete”, y que entonces, colérico, el novio arguyera: “Pues sí, ayer me casé y no voy ni a recoger el libro de familia y me voy a vivir con mi mamá. Me caso y me divorcio, que tengo mejor plan”. Estupefactos, los amigos del novio inquieren: “¡Un plan! ¿Qué plan?” Y el novio les espeta: “Pues un plan, que ya lo veréis y a mí nadie me dice lo que tengo que hacer”.

E. Marqués, en una foto de campaña
  Efectivamente, han pasado más de tres años y Ernesto Marqués ha seguido su plan: no habla con sus vecinos, no resuelve nada, no se interesa por ningún tema, no acude a las comisiones, no acude a los plenos, ha aceptado una delegación de gobierno del Partido Popular y sigue intentando resolver el enigma de su tenebroso futuro. Aislado en su autismo político, sin bagaje, ni gestión, sin proyectos ni argumentos, últimamente ha recalado por Valencia y parece que anda ensimismado en tareas de comercial de un gran banco holandés famoso por el color de su cuenta: naranja. Naranjas de la China, Ernesto, nos devuelves el acta de concejal. Eres un insensato, irresponsable, informal, incapaz de articular nada, insolidario con tus convecinos y has defraudado a los electores. Pero esto no va a terminar como tú pretendes: saliendo por la tangente, esperando que fenezca la legislatura. Debes dimitir, si no fuese ya porque lo pedimos en justicia, hazlo al menos porque eres un auténtico incapaz y todos los sabemos. Tu acta de concejal no es tuya. Es de los alturanos. Y no has pegado ni golpe, ni a favor ni en contra de estos o aquellos, simplemente te dedicas a vegetar y diferir tu crisis hasta que te llegue el colapso personal. Dimite, porque en realidad tu acta de concejal cada día que pasa es el acta de más gente. Crees que todo consiste en ir a la tuya y llenar el hígado de rencor, inyectar tus ojos de ira y desfogar tu cólera sin saber de dónde y porqué te  viene tu frustración, pero estás equivocado. Lo único que importa en esta organización es, el poder de la gente.

Roberto Lisart Marco
Coordinador del Área de Cultura de EUPV
Militante del Colectivo EUPV-Segorbe.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien dicho.. el poder de la gente... triunfara. Sinvergüenza sinhonor sindignidad sinnaranja y sinnaaaaaaa

El cabezón dijo...

Pues poco se puede añadir y creo imposible mejorar lo escrito.

Simplemente comento para dar la enhorabuena a Roberto Lisart por su aportación al blog.

Un saludo